Aunque es un proceso lento e imperceptible, a veces una situación imprevista, un accidente o una enfermedad, aceleran algunos signos asociados a una edad longeva. Con los años nuestro cuerpo es más vulnerable a las enfermedades, accidentes o inclemencias del tiempo, pero también nos sentimos menos fuertes psicológicamente.
En algunos casos, notaremos estos cambios en nuestros mayores de una forma repentina después de algún accidente o enfermedad. Debemos estar preparados y saber como reaccionar para el cuidado de personas mayores.
Es un proceso natural que debemos aceptar. Nuestra fortaleza anímica debe ayudar a las personas mayores a entender y asumir la situación. La soledad suele ser el refugio más habitual, se reduce la comunicación.
Vemos que nuestros seres queridos “se dejan”, pierden interés en sus hábitos de higiene y sociales, pierden apetito e incluso aumentan los períodos de insomnio.
Qué nos vamos a encontrar
- Alimentación: La soledad lleva a los ancianos a descuidar su alimentación. El sedentarismo y la falta de relaciones sociales los llevas a trastornos como diabetes, obesidad, colesterol, alta tensión, retención de líquidos, …
- Higiene: Al faltar una rutina y al no comunicarse con otras personas, la higiene pasa a un segundo plano. Debemos fomentar este hábito facilitando el acceso a la ducha y al aseo, acondicionando el cuarto de baño. Una mala higiene derivará en problemas de salud.
- Accidentes domésticos: las personas ancianas suelen sufrir de pérdida de memoria y sus capacidades motoras y de coordinación están mermadas. Esto facilita pequeños errores que terminarán en accidentes domésticos. Incluso despistes que pueden llevarles a perderse en la calle, provocar incendios o inundaciones.
- Medicación: También es habitual que las personas mayores no sigan las prescripciones médicas. Es muy fácil caer en olvidos y descuidar las visitas médicas.
- Relaciones sociales: la soledad es un bucle que debemos romper. Por diferentes motivos, las personas mayores suelen perder contacto con su entorno familiar y de amistades. Esta falta de interacción social suele derivar en casos más profundos de soledad e incluso de depresión.
Qué podemos hacer
En esos casos lo mejor es contar con la ayuda y apoyo de cuidadores profesionales. Además de encargarse de las tareas del hogar, serán un punto de apoyo para retomar los buenos hábitos.
El personal doméstico cuidará de una higiene correcta y frecuente. Se encargará de elaborar una alimentación sana y equilibrada, mantendrá orden en las rutinas diarias y preocupará por seguir las prescripciones de medicamentos y por atender las visitas médicas.
Cuidadores Internos o Externos
Podemos optar por un régimen externo o interno, pero siempre debemos pensar en que los ancianos se sentirán más seguros y confiados en su hogar. Rodeados de sus recuerdos, amistades y relaciones sociales.
Si además contamos con una persona en régimen interno, evitaremos que las personas mayores se sientan solas y abandonadas durante la noche. Debemos ser conscientes de que muchos de ellos temen la llegada de la noche al encontrarse solos y sin ayuda.
En Noviser prestamos servicio de ayuda a domicilio o cuidado de personas mayores en toda la Comunidad de Madrid, hacemos un seguimiento continuo y con especial atención. Contamos con la certificación requerida para ofrecer todos nuestros servicios.